Jesús nació en Romita, Guanajuato, MX. Su padre solía venir a los Estados Unidos como trabajador de temporada todos los años desde mediados de los 80’s hasta finales de los 90’s. Pero trabajar como trabajador de temporada trajo muy pocos ingresos a la familia. Su padre finalmente ganó suficiente valor y decidió traer a toda su familia al estado, siendo el primero de su familia en emigrar a los Estados Unidos en 1997. Jesús sólo tenía dos años.
¿Cuándo te diste cuenta de que eras indocumentado?
No me cruzo en la mente que era indocumentado hasta que estaba en la preparatoria y miraba que todos comenzaban a tomar las clases para conducir a finales del primer año, y tenían su licencia al siguiente año. Tuve que conducir sin licencia todos mis años que estuve en la preparatoria.
¿Cómo te hizo sentir vivir indocumentado?
Limitado. La palabra de elección sería limitado, porque tienes limitaciones a las cosas. Siempre esta uno al pendiente de la migra, la gente que te dice que la migra está aquí, que la migra está aya, así que tenie uno limitaciones sobre a dónde puede ir. Estabas fuera de tu casa, pero con precaución mirando por encima de tu hombro asegurándote de que no te siguiera la migra.
¿Tu familia tenía un plan de emergencia en caso de que uno de ustedes fuera detenido?
No. No era algo que nos cruzaba por la cabeza. Era algo que era realistico en general, pero a la misma vez parecia poco realista de estar en un lugar que ya nosotros no eramos parte de.
¿Cómo cambió tu vida una vez que DACA fue presentado?
Nunca sentí que las cosas cambiaron, porque nunca sentí que no pertenecia aquí. Pero una vez que pude conseguir documentos legales para estar aquí me sentí a gusto porque ahora podia hacer las necesidades básicas para sobrevivir. Tener un seguro para poder trabajar, conseguir una licencia para poder ir a trabajar, cosas básicas para ser parte de este sueño.
¿Cómo reaccionaste a las últimas elecciones? ¿Cuáles fueron tus pensamientos iniciales acerca de lo que eso podría significar para los beneficiarios de DACA/inmigrantes?
Todavía recuerdo ese día como si fuera ayer. Estaba trabajando en la granja, y normalmente no presto atención a la política, pero ese martes por la noche, me quedé despierto hasta que anunciaron quién ganó. Una vez que lo hicieron, me fui a dormir con miedo esa noche. Me desperté a la mañana siguiente y ya nada se sentía igual. Sentía que teníamos una nube negra sobre nosotros, que tenía presencia durante la administración de Obama, pero definitivamente tuvo un impacto más pesado una vez que la administración Trump asumió el cargo. Inyectó mucho miedo a mi familia y a muchas otras familias también.
¿Que es algo que haz hecho hasta ahora que te haga sentir orgullo y por qué?
Estoy orgulloso de poder, a mi manera, lograr el sueño americano que mis padres tenían para mí cuando ellos decidieron venir aquí. Sé que batallaron y quiero mostrarles que su lucha valió la pena. Estoy orgulloso de decirles que me gradué de la prepa y que nunca tomé malas rutas en la vida. Me trajeron aquí para ser una buena persona y eso es lo que soy, o al menos trato de ser. También estoy orgulloso de tener mi propia familia, mi esposa y mi hijo, que son mi mayor alegría.
¿Qué te llevó a empezar a hablar de tu historia, a pesar de los riesgos, y por qué crees que es importante hablar?
Escuchas muchas historias sobre los 800,000 beneficiarios de DACA que se verán afectados [si DACA termina], pero de esos beneficiarios cada uno tiene una historia, cada uno está aquí por una razón, cada uno fue capaz de calificar por una razón. Somos buenas personas. No podemos ser beneficiarios de DACA si tenemos antecedentes penales o problemas con la ley. Hay tantas historias que contar. Trabajamos duro como cualquier otro estadounidense, y es importante contar nuestra historia.
¿Qué deseas que más personas sepan acerca de los beneficiarios de DACA/inmigrantes?
Que pagamos impuestos, como cualquier otro. Eso es lo más grande que la gente trata de decir sobre los beneficiarios de DACA, que recibimos ayuda del gobierno o que a nosotros los Mexicanos nos pagan debajo de la mesa. Para mí, una cosa que estoy orgulloso de decir es que contribuyo a este país, porque trabajo, me descuentan los impuestos de mis cheques, presento impuestos cada año, puede que no sea importante para el estadounidense promedio que tiene la mentalidad de que los Mexicanos somos aprovechados, pero encuentro una gran satisfacción de mirar mis cheques del trabajo y saber que contribuyo a este país, aunque ay personas que les gustaría negarlo.
¿Qué mensaje tienes para otros indocumentados/beneficiarios de DACA?
No estás solo. Sé que dondequiera que estén las cartas en este momento no es el final. Si usted es un beneficiario de DACA tiene varias oportunidades, pero hay un millón más que no, que desearían tener esta oportunidad que tenemos. Mi consejo es que siempre aprovechemos lo que tenemos. Estamos nosotros, que desearíamos que pudiéramos ser ciudadanos algún día, pero luego hay quienes son indocumentados y desearían cuando menos tener DACA. Siempre va a haber alguien detrás de ti queriendo lo que tienes, así que dondequiera que caigas en esta línea aprovechar las oportunidades que se te presentan y siempre aprovechar al máximo la vida. Siempre ser agradecidos y humildes y manteniéndote fiel a tus raíces y de dónde vienes.